Antes de la pandemia, más de 5 mil personas visitaban Balandra diariamente, y se generaban 7 toneladas de basura a la semana.

El director regional de la Comisión Nacional de áreas Protegidas (Conanp) Benito Bermúdez Coronado, aclaró que el nuevo cobro a los visitantes de playa Balandra no es para impedir el paso a las playas sino para protegerla

El cobro de 50 pesos será utilizado, en parte, para un programa que garantice la capacidad de la CONANP para desplegar personal que, además de cobrar el acceso, vigile el cumplimiento de las normas y evite que se perturbe la belleza de una de las playas más hermosas del país.

Y es que antes de la pandemia, más de 5 mil personas visitaban Balandra diariamente, y se generaban 7 toneladas de basura a la semana. Una cantidad que de por sí ya parece abultada, pero que valdría la pena representar en sistemas métricos más afines al tipo de basura recolectada en Balandra. Es decir que esas 7 toneladas semanales serían el equivalente a 514 mil 705 botes –vacíos– de cerveza; o en su caso, 155 mil 555 pañales.

Y eso aun bajo el régimen de Área Natural Protegida (ANP) iniciado en 2012.

La basura es algo grave sin duda, pues perturba los manglares, de los cuales depende la limpieza del agua, por no mencionar la perturbación de las que alguna vez fueron inmaculadas arenas de duna.

Otro problema a resolver en Balandra a raíz del cúmulo de personas, es el ambulantaje, la venta de estupefacientes, los robos a vehículo… Bermúdez Coronado recordó que ya existía un cobro a los permisionarios turísticos, quienes entran a Balandra por vía marítima (un cobro que precisamente funciona para que no se llene de lanchas el lugar), este nuevo cobro es para regular la entrada de automóviles, y desplegar el programa antes mencionado